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La Ciudad 18 de enero de 2022

La Mar del Plata de los jóvenes y las dos caras de la moneda

Se muestran enamorados de las actividades en la costa pero al mismo tiempo critican la falta de limpieza. El testimonio de decenas de jóvenes marplatenses y turistas que se refieren a sus rituales sagrados.

 

Por Catalina María Montes

En invierno un desierto y en verano una ola de gente. Mar del Plata es la ciudad más amada y detestada por los jóvenes. En primer lugar, hay que destacar que el joven marplatense generalmente tiene una obsesión con la costa. Sin importar el frío, el viento, si llueve o truena siempre va a haber alguien cerca del mar. Cuando no saben qué hacer transportan cualquier plan a la costa y sienten que es excepcional por el hecho de escuchar las olas chocar contra las piedras, poder tocar la arena con los pies o simplemente observar cómo el mar se mezcla con el cielo en ese horizonte eterno.


Para desayunar, almorzar, tomar mates y hasta para cenar el joven de 18 a 25 años promedio destina una parte de su fin de semana cerca de la orilla. Entrevistando a decenas de jóvenes se puede afirmar que la costa marplatense pareciera ser para ellos cierto ritual sagrado. Todo lo que suceda cerca del mar es su actividad favorita a tal punto que el testimonio que más se repitió fue que “la costa marplatense es lo más lindo que hay”. En este marco de fascinación, algunas de las actividades que más destacaron en torno a la playa son, para Ignacio, de 20 años, “ver los atardeceres o la luna cuando posa sobre el mar” y para Martina “las fiestas en la costa”. Por otro lado, Sol, la joven porteña de 19 años, afirmó que “Mar del Plata es superior por los after en las playas del sur” y Franco, su amigo fanático de los recitales, agregó que “ir a festivales y estar con los pies en la arena debería declararse una maravilla del mundo”.


Pero Mar del Plata es más que la costa, por lo que algunos, hay que admitir que la minoría, destacaron otros puntos de la ciudad como “la verdadera gloria”. Ezequiel vino desde Buenos Aires con todo su grupo de amigos y destacó al Casino como una de sus espacios favoritos en la costa marplatense. Mientras tanto, Andrea, de Perú, tuvo la oportunidad de visitar Mar del Plata y resaltó que “los vecindarios son bonitos, tranquilos y parecen salidos de una película americana”.


Entre muchos testimonios se señaló la tranquilidad de la ciudad como una de sus principales fortalezas. Además, Rafaela, después de estar un año en el exterior afirmó que lo que más extrañó fue “la onda playera despreocupada”. Igualmente, las plazas, los centros culturales, Villa Victoria y la calle Colón también tomaron cierto protagonismo dentro de los puntos a destacar.

Asimismo, algunos arquitectos podrán diferir, pero muchos recalcaron que la estructura marplatense era un aspecto muy positivo a destacar teniendo en cuenta su antigüedad. “La distribución ciudadana me gusta de Mar del Plata, la urbanización que tiene y la forma de la costa que es el principal atractivo. Está muy bien planificado”, sentenció Matías, un joven de 25 años de Tucumán.

Parecería que Mar del Plata lo tiene todo, como mencionó Ariel en el recital de Bizarrap en AtPark: “Mardel tiene costa, sierras, laguna, acantilados, barrio y ciudad, hay de todo”; explicó. Pero siempre hay otro lado de la moneda. Muchos jóvenes lograron resaltar diversos aspectos negativos de la ciudad más allá del mar y la arena.

Aglomeraciones y basura

Los mismos turistas dicen despreciar la enorme aglomeración de gente que hay en la ciudad durante enero y febrero. No es simplemente la cantidad de personas que circulan por las calles, sino “la soberbia, la impaciencia, la prepotencia que tiene la gente para tratarte y la falta de educación”, sentenció firmemente Juan, un estudiante de psicología de 20 años.


Estos son los factores visibles de una realidad social que vive en Mar del Plata y que da lugar a otros problemas. Por ejemplo, la discriminación en los centros bailables donde condicionan la entrada de los jóvenes por su vestimenta o aspecto físico.

Además, Francisco, conocido como “Toto” entre sus amigos, estudiante de periodismo, destacó que “más que una ciudad es un pueblo, nos conocemos todos con todos o tenemos conocidos en común. Eso genera ciertos prejuicios y te quita la posibilidad de conocer a alguien desde cero”. Esta queja fue moneda corriente entre los entrevistados, pero definitivamente no fue la más polémica porque todos hemos crecido escuchando la frase “Mar del Plata es un pañuelo”.

Pero más allá de todos estos reclamos, el pedido casi unánime de todos los jóvenes entrevistados fue por una ciudad limpia. En el 2022 el cuidado del medioambiente es un tema recurrente y ha adquirido una gran importancia en la vida de muchas personas que tienen la consciencia de lo necesario que es para nuestro planeta.

Entre los testimonios, de diversas maneras los jóvenes destacaron esta problemática que se extiende por toda la costa marplatense. Agustina, decepcionada por las condiciones en las que encontró el destino de sus vacaciones declaró que “la mugre y la falta de organización de la ciudad te ahogan” y su amigo, Rodrigo, agregó: “Hay poca dedicación en limpieza urbana”.


Minutos después, Martín, un joven marplatense estudiante de comunicación audiovisual, agregó que “hay muchos barrios en la periferia que tienen calles llenas de basura como si fueran un basurero. Estaría bueno que la ciudad fuese más limpia en general”.

Todos estos comentarios se dan a raíz de, como mencionó la activista de 20 años Carolina Menna, la falta de educación ambiental. Carolina fue contundente con su descargo y sentenció: “Muy poca gente sabe métodos constructivos con el medio ambiente. No se tiene el hábito del cuidado en la ciudad, ni en la propia casa. Se tira la basura en cualquier lado y la ciudad tampoco tiene tantos cestos de basura para que la gente se acerque a ellos. Además, se siguen dando bolsas de plástico en los comercios, vasos y sorbetes descartables en muchos lados. Falta información en la televisión, en las calles y en los medios sobre el cuidado de la ciudad y de los hábitos propios, como el del agua; lo que afecta el uso desmedido y las causas de las problemáticas actuales”, se explayó.
Es un hecho que los jóvenes aman la costa marplatense y la eligen para disfrutar sus momentos libres, pero su deseo porque sea más limpia es mucho más grande.



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