“Me siento muy bien en Peñarol, me recibieron de la mejor manera. Estoy contento por el grupo que se está formando y muy feliz por volver a estar dentro de un equipo de Liga. Hacía tiempo que no jugaba en el país y lo extrañaba. La pasé mal, pero ya lo dejé atrás”, le aseguró  a LA CAPITAL Diego Gerbaudo, el base del equipo marplatense, en la antesala de una nueva presentación en la “burbuja sanitaria” de Obras, este martes a las 14 ante Argentino de Junín.

“Tenemos un partido duro por delante. Argentino estuvo muy cerca de ganarle a San Lorenzo. Pero tenemos que pensar en nosotros y en hacer nuestro juego para llegar a un final pelota a pelota. Salvo Obras y Gimnasia, que ganaron sus dos primeros parejos, estamos todos muy parejos”, sostuvo el cordobés.

Con sus 31 años Gerbaudo es el jugador más experimentado de un equipo en el que predomina la juventud, incluido extranjeros. “Los chicos me hacen sentir líder”, afirmó. “Están madurando y conociendo la Liga año a año, creo que tienen mucho futuro por delante y jugar en un gran nivel. Tienen que aprovechar al máximo esta oportunidad. La Mona (por Tomás Monacchi) se comió el partido con Platense, un animalito en los dos costados de la cancha, Vali (Joaquín Valinotti) también estuvo muy bien con Obras, el Negro Vaulet ya tiene varios años en la Liga, Lucas también tiene futuro y todavía nos falta Nico Franco”, amplió Gerbaudo.

La energía de los chicos fue importante para que Peñarol revirtiera dos inicios malos ante Platense y Obras. Pero la producción ofensiva de Gerbaudo, con 27 puntos, fue decisiva en el primero de esos dos cotejos. “No esperaba un partido así. Por suerte se pudo dar y lo mejor fue que sirvió para que el equipo ganara. Fue muy importante para todos esa victoria después de tanta incertidumbre”, sostuvo el base nacido en James Craik.

“Aproveché estos dos días sin partidos para descansar un poco. Se jugó muy físico, vino bien la pausa”, admitió.

“Al equipo lo vi con muchas ganas y actitud. Por ahí nos pasamos un poco de rosca y nos faltó ser un poco más inteligentes para defender y atacar. Pero nos falta conocernos más. Todo esto no es normal, nunca vas a la cancha a jugar por los puntos con apenas veinte prácticas. Hay que madurar rápido y además con resultados. Mucho más rápido que otras veces”, precisó Gerbaudo.

La necesidad, reconocida por el mismo base, involucra a los extranjeros, cuyo potencial es todavía una incógnita.
“Tenemos que meterlos rápido en el equipo. Pienso que DJ (Derrik Jamerson) nos puede dar más gol, tiene una mano tremenda. Y Jeff (Pollard) no vino del todo bien, pero esperamos que nos de un poco más de gol y agresividad cerca del canasto”, afirmó.

Los dos primeros partidos permitieron extraer un par de conclusiones. “Nos costaron los dos inicios, tenemos que entrar más concentrados. Tanto Platense como Obras nos sacaron ventaja de movida y correr de atrás te desgasta el doble. Pero el equipo reacciona, con errores y aciertos pudo volver a los partidos y hasta aquí ha encontrado algún rendimiento individual que lo levantó en los momentos malos”, analizó el conductor del equipo.

Convivir en una “burbuja sanitaria” es distinto a cualquier gira convencional. “No es normal, pero la idea es llevarla lo mejor posible. Con mucho grupo, mate, Play Station y cartas. Lo que tiene la burbuja es que perdés referencias de lo que ocurre afuera. El otro día no sabíamos que era domingo, no lo podíamos creer. Pero no nos quejamos. Nosotros somos privilegiados por jugar y volver a trabajar. Hay muchos colegas, en cambio, que no lo están pasando bien”, finalizó.