A Manuel Fernández no lo respalda el juego colectivo de Alvarado. Los números menos. Y los de las últimas cinco fechas son lapidarios: un punto sobre quince, con tres goles a favor y diez en contra.

El cuestionado DT ya lleva quince partidos al frente del equipo marplatense. No son pocos. En su defensa debe argumentarse que no armó este plantel y que las fallas de hoy no son muy diferentes a las que sufría el equipo en las primeras ocho fechas al mando de Gastón Coyette.

Fernández nada pudo hacer para corregir la vulnerabilidad defensiva y la falta de inventiva en la zona de gestación, origen de la liviandad ofensiva del equipo. En Jujuy, por fin, convirtió el colombiano Jorge Luis Ramos su primer tanto. Que entre los cuatro delanteros del plantel hayan marcado apenas tres en veinticuatro partidos es todo un síntoma. No es un problema de eficacia, sino de juego colectivo. No les llega la pelota. Y fue así desde la primera fecha.

Salvedad al margen, a Fernández lo trajeron para arreglar estos inconvenientes y evidentemente no lo ha conseguido. Después del 0-4 de su debut en Rafaela, tuvo cuatro partidos para la ilusión con dos victorias contundentes en Mar del Plata (3-0 a Santamarina y 3-1 a Atlanta), una caída en Caseros ante Estudiantes (2-0) y un valioso empate sin goles en San Juan ante San Martín. El partido “bisagra” fue el de la decimoquinta fecha ante Chaco For Ever en casa, un 0-3 que sembró la desconfianza.

Desde entonces, todo fue barranca abajo. El ciclo de Fernández en Alvarado engloba 15 partidos con 4 victorias, 3 empates y 8 derrotas. Ganó un tercio de los puntos en disputa, el 33,3%, 15 de 45. El equipo, con él al mando, señaló 13 goles y sufrió 24. Son números tan difíciles de sostener como lo malo del rendimiento.

Lo curioso del caso es que los números del antecedente inmediato de Fernández, su paso por Ferro Carril Oeste, son peores. Y en el histórico club porteño, en cambio, armó el plantel. Eso sí, en Caballito le tuvieron menos paciencia, apenas siete partidos. Ganó uno, empató tres y perdió otros tantos, con seis goles a favor y ocho en contra. Obtuvo nada más que el 28,6% de los puntos en disputa.

En lo que va del año, uniendo sus etapas de Ferro y Alvarado, el DT sacó el 31,8% de las unidades en juego. De momento, su 2022 es para olvidar.