CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Deportes 21 de febrero de 2017

Peñarol quiere evitar la peor racha de su historia

Si cae en el “Hogar de los Tigres” frente a Libertad el equipo marplatense igualará su serie negativa más extensa en la Liga Nacional: ocho caídas. El cotejo se jugará desde las 21.30 en el “Hogar de los Tigres”.

Golpeado por la dolorosísima caída en Paraná, Peñarol buscará este miércoles en Sunchales, en el “Hogar de los Tigres” de Libertad, volver al triunfo que se le niega hace siete partidos y, de paso, evitar un récord negativo en su historial de Liga Nacional de Básquetbol.

El equipo marplatense sufrió ocho caídas consecutivas entre el 9 de noviembre de 1997 (102-114 vs. Belgrano de San Nicolás, en condición de visitante) y el 5 de diciembre de ese mismo año (105-111 vs. Estudiantes de Olavarría, como local). Nunca antes ni después perdió tanto al hilo. La racha se interrumpió dos días más tarde con un espectacular 139-122 a favor en el clásico con Quilmes, disputado aquella vez en el estadio de Once Unidos, pero con localía “milrayitas”. En aquella temporada 1997/1998, el equipo entonces dirigido por Marcelo Plá terminó penúltimo (15°) la serie regular, la peor de la historia en la máxima categoría.

Si bien todavía está lejos de vivirse la angustia de entonces, Peñarol, con un récord de 14 triunfos y 22 derrotas, dejó momentáneamente de mirar los resultados de los equipos que lo preceden en la tabla y hoy inevitablemente le dedica su atención a los que vienen detrás.

Hispano Americano, que parecía lejano, ya está a nada más que tres triunfos y tiene ventaja deportiva sobre Peñarol en una eventual situación de desempate. Y Boca está a cuatro, pero está próximo a hacer debutar a un ex NBA (el panameño Gary Forbes) como refuerzo extranjero. Hoy parece más razonable plantear el objetivo de evitar el último lugar de la Conferencia Sur que el de ir en busca de los play-offs.

Los números, sin embargo, no lo registran todo. Preocupan, claro. Pero más inquietante es el propio rendimiento de Peñarol. La necesaria mejoría del juego ofensivo sigue sin aparecer. No hay cosas claras. Una pelota clave la puede tirar tanto Rob Reed, el irregular goleador del equipo, como el pibe Juan Ignacio Marcos. Eso sí, en cualquier caso, ese lanzamiento llegará como fruto de una acción individual. En 36 partidos jugados es razonable pedir algo mejor.

Tampoco el inminente cambio de extranjero –Roy Booker seguramente hoy jugará su último partido y será reemplazado por un alero- puede solucionarlo todo. Peñarol necesita una mejoría de fondo en la elaboración de su juego ofensivo.

Como están las cosas, el que más tiene para aportar en ese sentido es Leonardo Gutiérrez, quien entregó buenas cosas en su reaparición paranaense. Cuando recupere ritmo de competencia y sea el líder del equipo en lugar de un “bombero” como ante Echagüe, puede ser más positivo.

¿Qué cabe esperar de Peñarol en el “Hogar de los Tigres”? No un giro de 180 grados, claro está. Pero sí el intento de plantar una defensa sólida, como es capaz de hacerlo, más algún relumbrón individual que le permita salir del paso. Como aquel de Reed en la última visita a Obras.

Libertad llega con un antecedente que asusta. Los de Sunchales vienen de aplastar al mejor equipo de la Liga, San Lorenzo, al que vencieron por 31 puntos. Claro que los de Julio Lamas no contaron con tres titulares como Nicolás Aguirre, el marplatense Marcos Mata y el uruguayo Mathías Calfani, todos lesionados.

Sin grandes figuras, en su cancha, pone a todos en dificultades y, después de un inicio irregular, hace algún tiempo que puso proa hacia arriba. Representa un grado de dificultad muy importante para un Peñarol atribulado. Como pocas veces.