El posible parate de la obra pública que anunció el presidente electo, Javier Milei, se ve con preocupación e incertidumbre en el sector de la construcción local, que pide la apertura de una mesa de diálogo entre las cámaras empresarias, los trabajadores y el nuevo gobierno para determinar los pasos a seguir.

“Nosotros no tenemos plata, con lo cual esas obras pueden ser entregadas al sector privado. Que los intendentes busquen la manera de financiarlas”, anticipó días atrás Milei.

“La construcción es clave para el desarrollo. Sirvió para revertir las crisis en Europa o el crack de 1930, por ejemplo. No hay países sin obra pública, no lo vemos viable. No sería una buena noticia, a los trabajadores nos golpearía muchísimo”, aseguró a LA CAPITAL César Trujillo, secretario general de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), delegación Mar del Plata.

“Si el presidente quiere quitar alguna licitación puntual, se puede evaluar. Pero en todo el país y en la ciudad se necesitan obras de infraestructura muy importantes. ¿Qué inversor privado va a hacer un cordón cuneta, asfalto o cloacas?”, analizó Trujillo.

En medio de la incertidumbre por el futuro cercano, el líder de la Uocra local se pronunció en la misma línea que Gerardo Martínez, el titular del sindicato a nivel nacional. “Se tienen que juntar el Gobierno, las empresas y los trabajadores para evitar despidos y hacer un acuerdo de paz social, para ver cuál es el futuro de la construcción. Nosotros queremos trabajar”, remarcó.

No obstante, Trujillo señaló que en Mar del Plata hay “muy poca obra pública” en comparación con otros distritos. Y sostuvo que ello se compensa con el avance de la obra privada.

De todos modos, reconoció que esperaba un mayor volumen de intervenciones financiadas por el Estado nacional en el último tiempo, como la doble mano en la ruta 11 entre Villa Gesell y Mar Chiquita u “obras de saneamiento en la zona sur, donde hay mucho para hacer”.

La delegación de la Uocra abarca, además de General Pueyrredon, a los municipios de General Alvarado, Balcarce, Maipú, Madariaga, Pinamar, Villa Gesell y Mar Chiquita, donde hay cerca de 15.000 trabajadores.

Si bien Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, alertó esta semana que ya hay despidos en el sector, Trujillo descartó hasta ahora esa problemática en la región.

“No deben apurarse los empresarios a despedir. Hay que ver cómo sigue el asunto. El trabajo en diciembre está cubierto y están garantizados los pagos. Pero estamos preocupados por lo que puede llegar a venir después”, señaló el titular de la Uocra.

La mirada empresarial

Florencia Miconi, directora de Imasa y presidenta del Centro de Constructores y Anexos de la ciudad, planteó un panorama similar a Trujillo.

“La ciudad es tradicionalmente muy castigada en el reparto de la obra pública. Según los informes de la Red Mar del Plata Entre Todos, la construcción implica casi el 10% del producto bruto geográfico local, pero el 95% corresponde a obras privadas y el restante 5%, a obras públicas”, explicó Miconi.

En consecuencia, si se concreta el parate, planteó que “el impacto en Mar del Plata no va a ser tan grave como en lugares como Santiago del Estero, donde la ecuación es inversa: el 95% es obra pública. O en distritos de la tercera o primera sección de la provincia de Buenos Aires, donde la incidencia es mucho más importante”.

Por otro lado, Miconi trazó como prioridad que Milei impulse un programa de créditos hipotecarios, a partir de la “gran demanda de vivienda” que hay en la población.

“Si se instrumenta una buena política de crédito hipotecario, quizás eso puede compensar de alguna forma los puestos de trabajo que se perderían en materia de obra pública tradicional. Creo que el crédito hipotecario debería permanecer como política de Estado”, opinó la empresaria de la construcción.

En tanto, Miconi sembró interrogantes sobre la posibilidad de que el sector privado afronte la obra pública. “Es una incógnita, sobre todo en este contexto macroeconómico del país. Hay determinadas obras en las que cuesta imaginar una participación de los privados”, advirtió.

Y, en sintonía con la Uocra, concluyó: “El sector de la construcción está expectante y creemos que hay que conformar una mesa de diálogo entre las cámaras del sector, la Uocra y el nuevo gobierno para ver qué soluciones se pueden encontrar”.