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Cultura 17 de febrero de 2019

“Qué pretende usted de mí”, (Historias de canibalismo)

El periodista y escritor Nicolás Maldonado rescata relatos de antropofagia –conocidos y no tanto- y asegura: “las de canibalismo son historias que suceden en todos lados”.

Nicolás Maldonado.

por Luciana Mateo

LA PLATA (Corresponsal).- Qué pretende usted de mí? La pregunta –tal vez la frase más famosa del cine nacional- nunca fue realizada por Isabel ‘la Coca’ Sarli en la película ‘Carne’ (1968) pero pasó a la historia como parte de la mitología popular.

La expresión –sin signos de pregunta- es ahora el título del último libro de Nicolás Maldonado, periodista platense que explora el universo del canibalismo con relatos de distintas épocas y geografías.

En este trabajo editado por La Comuna Ediciones, Maldonado rescata historias de antropofagia motivadas por el hambre, la soledad y la enfermedad mental, aunque también por rituales y por venganza.

Entre éstas, la del conquistador español Juan Díaz de Solís, ¿devorado? por aborígenes rioplatenses en 1516.
“Los historiadores no están del todo seguros de que se lo hayan comido, sí de que lo mataron. Pero a mí no me interesaba tanto el caso como registro histórico sino como registro popular: para todos nosotros a Solís se lo comieron, y no vale la pena discutirlo”, dice Maldonado a LA CAPITAL.

Por cercanía local, se destaca en el libro la crónica policial sobre el griego Juan Harjalich, de quien -en una combinación de evidencias con algo de imaginería callejera- se presume que en 1963 mató a su cuñado Andrés Suculea y que, con su carne, rellenó unas empanadas que luego vendió –e incluso regaló- en la fonda que tenía frente a la estación de trenes de La Plata.

“Para los platenses que tienen más de 50 ó 60 años es un caso muy conocido, aunque ahora un poco se ha perdido”, asegura Maldonado.

Y agrega: “la incluí porque siempre tenemos la impresión de que, las de canibalismo, son historias excepcionales, que ocurren solamente en lugares extraños o remotos, cuando en realidad suceden en todos lados”.
“Es un gran tabú pero existe alrededor nuestro”, sostiene el escritor.

Algo de “caretismo”

En 2001 Armin Meiwes, un técnico informático alemán, mató y luego se comió a otro hombre que había previamente contactado a través de un aviso en Internet.

El caso fue seguido por la prensa bajo el título de “el caníbal de Rotemburgo” y tuvo su película en 2006.

“Hay diferentes situaciones por las que se llega al canibalismo”, dice Maldonado, que considera que la voracidad de Meiwes tuvo parte de su origen en la soledad que lo acosaba.

– ¿Por qué motivos un hombre llega a comerse a otro?

– Están la extrema necesidad (el hambre), los rituales culturales o las patologías. Tanto en el caníbal de Rotemburgo como en el caníbal japonés, hay claramente una patología mental detrás.

Es un tema tabú…

Sí, junto al del incesto, el del canibalismo es uno de los grandes tabúes que existen. Hay una cuestión un poco ‘careta’ con este tema: nos escandaliza y nos repugna pero a veces uno le hace al prójimo cosas bastante peores que el hecho de comerlo. Ésta no es una idea nueva. Jonathan Swift, el autor de ‘Los viajes de Gulliver’, había escrito una propuesta ya que uno de los grandes dilemas de la sociedad de su época era cómo los terratenientes explotaban a los campesinos. En su ensayo satírico ‘Una modesta proposición’, del año 1729, propuso comerse o vender como alimento a los hijos de los pobres. ‘Es que hacemos tantas cosas peores que, ¿por qué no comernos a los niños pobres?’, planteó con ironía, como para poner en contraste la hipocresía que existe alrededor de algunas cuestiones culturales en nuestra sociedad.



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