Quilmes campeón marplatense, la vuelta de un grande
Derrotó 4-2 a Atlético Mar del Plata en la segunda final. El equipo "cervecero", con contundencia, grandes actuaciones individuales y un contraataque explosivo, festejó en un partidazo. Así consiguió su decimosexto título y quedó a uno de Kimberley, el líder de la estadística.
Fotos: Mauricio Arduin / LA CAPITAL
por Sebastián Arana
Si alguna duda quedaba sobre los méritos de Quilmes para coronarse en el fútbol marplatense de primera, se despejaron todas en este capítulo final. El elenco “cervecero” tuvo claro cómo lastimar, aprovechó gran parte de sus oportunidades y derrotó 4-2 a Atlético Mar del Plata en un partidazo para consagrarse campeón de la temporada 2025.
El conjunto “decano”, que iba por el tricampeonato, fue con su generosidad para ir a buscar partícipe necesario de un gran espectáculo. Y también la decisión de Darío Rojas de expulsar cuatro jugadores (dos por lado) en un mismo tumulto, que rompió el tramo final del partido y lo convirtió en un furioso ping pong.
El primer minuto dio la pauta de todo lo que vendría después. Benjamín Vallejos estuvo cerca con un remate alto después de una buena jugada colectiva y, de inmediato, Siepe se sacó de encima a un rival con un enganche y sacó un remate al segundo palo que Puente desvió en una gran atajada.
Atlético, con Vértiz sorpresivamente como titular, intentó asumir una iniciativa. Pero Quilmes no se resignó a un rol secundario. Con sus armas, con presión agresiva y decisión para forzar el error, apostó por recuperar en campo rival y tomar a la defensa a contrapierna. Y así aplicó un golpe rápido y duro. A los 9′ Restovich se interpuso en una comprometida entrega de Emiliano Rodríguez a Faguaga y encaró de la derecha al medio. No pudo rematar y descargó hacia el pibe Arenas, quien en la medialuna del área controló, levantó la cabeza, vio el hueco, a Nieto a contrapierna y remató con una sutileza, con un delicado toque abajo y a un palo para burlar al arquero y poner el 1-0.
Con mejores participaciones de sus delanteros que de sus volantes, Atlético fue por el empate. Pero ni llegó tanto (sólo exigió a fondo a Puente con un derechazo cruzado de Vértiz), ni dejó de estar expuesto a las réplicas quilmeñas, que empezaban en el criterio de Cejas o Restovich y culminaban en la velocidad de Vargas. Y el “7” a los 40′ metió una diagonal de la izquierda al centro y, de pronto, vio la posibilidad de patear. Lo hizo con potencia y el balón se desvió en Lazcano y dejó sin chance a Nieto. 2-0.
¿Partido liquidado? Ni ahí. Un minuto después Dimare capturó un rechazo corto de Vallejos y sacó un disparo de primera, de aire, imparable para Puente y redujo la diferencia a un gol.
Tras la reanudación, por primera vez en el partido, Atlético sometió a Quilmes. Le rodeó la manzana durante un cuarto de hora, lo buscó por todas partes y generó dos chances enormes. Vértiz, a los 4′, le pegó al palo con Puente vencido tras un gran pase de Lemes de Olivera. Cinco minutos después, el “1” quilmeño desvió un potente remate de Faguaga con olor a gol.
El empate parecía al caer. Pero Atlético no pudo sostener semejante presión. Cuando pestañeó, tuvo que ir a sacar del medio. A los 23′ Restovich tomó una pelota suelta en el círculo central y puso un pase matemático para la corrida de Vargas, quien eludió a Nieto y marcó el 3-1.
Lejos de rendirse, el conjunto “decano” redobló su ataque. A los 27′ Puente desvió un intento olímpico de Siepe y enseguida un remate de Emiliano Rodríguez y se quedó en el piso. El capitán “decano” lo quiso levantar de mal modo, Ferrero lo empujó, se originó un tumulto y Rojas lo cortó por lo sano y expulsó a dos jugadores por lado.
Nueve contra nueve, en una cancha grande, todo se hizo más emotivo. A los 31′ Pennisi, en apariencia adelantado, remató un gran pase de Lemes de Olivera y puso otra vez la final a tiro del empate. Y enseguida el propio misionero, casi en la línea del arco, fue obstaculizado providencialmente cuando iba a marcar el 3-3 después de un error de cálculo de Puente.
Sin embargo, en la búsqueda de ese empate que se le negó, Atlético se jugó a cara o cruz. Era lo que Quilmes esperaba. El escenario a medida para su explosivo contraataque. Vargas se perdió el cuarto en una corrida solitaria en un exceso de suficiencia para definir en el primer minuto de descuento.
Y finalmente Cejas, uno de los mejores, coronó su gran final con un golazo antológico. Lo vio adelantado a Nieto y lo superó con un remate bombeado desde 40 metros. Golazo y 4-2. Golazo y telón final para una definición de locos. Golazo y Quilmes campeón. Un grande volvió a lo grande.
Fotos: Mauricio Arduin / LA CAPITAL






