En las entidades que nuclean a los taxistas de Mar del Plata generó rechazo inmediato la decisión que adoptó en las últimas horas el gobierno de Guillermo Montenegro para establecer un nuevo cronograma de turnos para los conductores de taxis, con la intención de garantizar la prestación del servicio durante la temporada de verano.

A través de un comunicado, la Sociedad de Conductores de Taxis expresó su “profunda disconformidad” con las recientes medidas , las cuales establecen “de manera abrupta” un sistema de rotación de turnos para la temporada veraniega, que fija tres franjas horarias en las cuales los taxistas deberán salir a trabajar.

Los taxistas dicen no haber sido notificados previamente. De hecho, aseguran haberse enterado a través de los medios de comunicación sobre la nueva reglamentación laboral, con “apenas cuatro días” de anticipación para su aplicación.

“No se tuvieron en cuenta las complicaciones que pudiéramos tener para cumplir con la nueva norma, como es el cambio de horario que indefectiblemente la mayoría de los taxistas nos tendremos que adaptar o tomar un compañero que cumpla con el horario solicitado, con la responsabilidad que conlleva contratar un empleado en estos días, sin mencionar la inseguridad de la que somos víctima principalmente en horas de la noche y que este gobierno no ha podido solucionar”, expresó la Sociedad de Conductores de Taxis.

Los taxistas también expresaron su preocupación por la inseguridad que enfrentan, especialmente durante las horas nocturnas, una problemática que, según señalan, el gobierno local “no ha logrado abordar de manera efectiva”.

Además, lamentan que el Ejecutivo “imponga requisitos” a través de una “vieja ordenanza”, mientras observan con frustración cómo otras, como la 23,928, “no se cumplen en lo más mínimo”, permitiendo que “cientos de autos ilegales roben descaradamente el trabajo sin respetar las normativas” que se exigen a los taxistas.

En el comunicado, los taxistas argumentan que el municipio parece priorizar los intereses de empresas internacionales por encima de los derechos de los trabajadores marplatenses, en relación a plataformas como Uber o Cabify. Sostienen que estas empresas, lejos de ser una solución, llegan para “precarizar y destruir el trabajo formal y genuino” que ya está establecido en la comunidad.

Finalmente, los taxistas hicieron hincapié en que son “parte del transporte público” y “no un monopolio”. Exigen que el Ejecutivo municipal no solo imponga condiciones, sino que también “garantice la defensa de sus derechos y una competencia leal”, similar a la que se ejerce con remises, autos rurales y autos de alta gama.

“Este rechazo se erige como un llamado a la reflexión y la búsqueda de soluciones dialogadas que beneficien tanto a los taxistas como a la ciudadanía en general”, completó la Sociedad de Conductores.