Peñarol, golpeado por una seguidilla de seis derrotas, recibirá este lunes al poderoso Instituto de Córdoba por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquet. Se jugará desde las 21.10 en el Polideportivo “Islas Malvinas”.

El equipo marplatense volvió herido del último periplo por las canchas de Argentino de Junín, Ferro y San Lorenzo. Viajó con alguna esperanza de mejoría a raíz de contar, por primera vez en el torneo, con el plantel completo y recibió tres derrotas duras que lo precipitaron al último lugar de la tabla de posiciones.

Esa ubicación no lo es todo. Las dudas generadas por el funcionamiento del equipo aumentaron tras la gira. Los problemas defensivos siguen ahí, a la vista. Sin embargo, pese al regreso de Thornton al equipo, anotar le cuesta cada partido más. Tanto como conseguir tiros limpios.

El pivote Mogga Lado, al que no trajeron por sus antecedentes atacantes pero tampoco dio garantías defensivas, pagó los platos rotos con su rápido despido del equipo. Pero no fue el único que rindió en un nivel bajo. Hasta al propio Thornton se lo vio incómodo.

En ese contexto, Peñarol vuelve a jugar en casa ante su público y ante un rival muy poderoso. Instituto, si bien sufrió algunas derrotas inesperadas, viene de obtener el último sábado un gran triunfo, como visitante y en dos suplementarios, sobre un candidato de peso como Boca.

El equipo de Mariano Rodríguez está obligado a superarse en varios aspectos para competir de igual a igual. Mejorar su defensa, darle valor a cada pelota y generar mejores oportunidades de tiro. Y encontrar mejores respuestas individuales de las que tuvo hasta ahora. Parece mucho. Lo es.

Falta mucho camino por recorrer. Pero el partido es trascendente. Por varios motivos. Primero, es el único de local antes de una nueva y difícil gira. Segundo, supone una nueva evaluación para un equipo que está bajo la lupa. Más allá del resultado de esta noche, todos esperan un cambio de imagen e indicios positivos.