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Deportes 6 de noviembre de 2016

Vuelve a jugar en casa y le toca un rival con la confianza muy alta

Peñarol recibe a Bahía Básket, desde las 20, por la Liga Nacional de Básquetbol.

Como lo primero es lo primero, lo más importante es afirmar que vuelve el básquetbol de Liga Nacional. Esta noche, desde las 20 y en el Polideportivo “Islas Malvinas”, Peñarol recibirá a Bahía Básket, uno de los animadores de la Conferencia Sur, y que viene de clasificarse para la final de la Liga Sudamericana.

Ahora bien, más allá de que en este caso el paréntesis fue positivo para el “milrayitas” para recuperar lesionados, no cabe otra que seguir preguntándose cuál es el sentido común que se utilizó al programar el fixture de partidos -con el agravante de que no es la primera experiencia y podrían aceptarse cuestiones para corregir-. La profundización del error hace que todo parezca peor.

El conjunto de Garay y Santiago del Estero no juega desde hace 8 días (justamente en su visita a los bahienses). A simple vista, eso no parece tan problemático y -se insiste- en este caso sirvió para recuperar parte de sus lesionados. Lo peor es que el “milrayitas” no juega en el Polideportivo desde el pasado 18 de octubre (victoria frente a Ferro Carril Oeste, 76 a 75). Es decir, habrá llegado a 19 días sin un juego en casa, con el impacto económico que eso implica.

La ecuación suena todavía más inentendible cuando se agrega que, en Mar del Plata, que tiene dos equipos en la Liga, no hay un partido desde el 20 de octubre (hace 17 días, cuando Quilmes le ganó a Ferro). ¿Tiene sustento lógico?

Los defensores de esta idea acaso contraataquen con que el “tricolor” tendrá ahora cinco partidos seguidos como local en 21 días, algo que tampoco es tan bueno como parece desde la economía, aunque seguramente tiene algún beneficio deportivo (de dudosa valorización, ya que antes, necesariamente hubo muchos partidos de visitante, y eso es una desventaja). Pero como los que tienen la sartén por el mango no parecen entrar en razones, mejor es adentrarse en la previa de un partido que promete.

Es muy factible que para hoy puedan cambiarse y estar a disposición del cuerpo técnico -que luego sean utilizados es otro cantar- el base Juan Pablo Figueroa y el escolta estadounidense Rob Reed. Distinto es el caso de Leonardo Gutiérrez, que todavía entrena diferenciado.

En Bahía Básket, que logró una histórica clasificación a la definición del torneo sudcontinental, no estará el experimentado Hernán Jasen, quien se quedó en Bahía Blanca a raíz de una sobrecarga muscular en la zona lumbar. La juventud, la energía y la intensidad del conjunto dirigido por Sebastián Ginóbili ha dado sobradas muestras de que podrá suplir a Jasen sin mayores problemas.

En aquel partido jugado hace poco más de una semana en el “Osvaldo Casanova”, Bahía Básket se impuso a Peñarol, por 77 a 50, en una de las peores producciones ofensivas históricas del equipo marplatense.

Claro que el mal de ausencias que lo viene afectando desde hacer varias fechas, hoy podría disminuir su influencia negativa si tanto Figueroa como Reed pueden sumarse a la rotación.

Hasta el momento, Bahía suma ocho victorias y tres derrotas (marcha tercero en la Conferencia Sur), en tanto Peñarol acumula 6 éxitos y 4 caídas y marcha cuarto en la misma tabla. Pero jugando en casa, con algunos “soldados” recuperados para la causa y la ambición por tomarse desquite, los “milrayitas” pueden convertirse en un enemigo importante para un adversario que llega con la confianza por las nubes.



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