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Deportes 14 de octubre de 2022

Alvarado: el balance de 2022 y la ilusión por lo que se viene

El equipo marplatense retrocedió casilleros respecto a los torneos anteriores. Pero cumplió el objetivo de la permanencia y ahora competirá en la misma categoría que Aldosivi después de más de 25 años. Análisis y estadísticas del año en la Primera Nacional.

Por Juan Miguel Alvarez

Alvarado festejó con euforia la permanencia en una categoría a la que le costó mucho llegar. Pero el análisis profundo indica que retrocedió varios casilleros y que ahora deberá construir desde más abajo la Primera Nacional 2023, año en el que jugará después de mucho tiempo en la misma categoría que Aldosivi.

Alvarado tuvo una temporada difícil. Desgastante. Nunca fue convincente desde el juego y sufrió una extensa racha de 12 partidos sin ganar que lo dejó en la pelea menos deseada.

Arrancó con un auto que parecía mejor preparado que el torneo pasado, pero que finalmente rindió mucho menos. Por eso, pegó varios volantazos para no irse fuera de pista.

Gastón Coyette, el conductor que le supo dar una impronta en 2020/21, dejó su plaza en las primeras vueltas. El reemplazante, Manuel Fernández, con el mismo estilo de conducción, no supo cómo guiar una máquina cada vez menos confiable. Hasta que llegó Rubén Darío Forestello como piloto de tormenta y prácticamente se abocó a llevar el auto, muy despacio, hacia la meta.

Alvarado obtuvo el 34,2 por ciento de los puntos en juego, con 8 triunfos, 13 empates y 15 derrotas. Fue su peor campaña en la categoría. En los torneos anteriores logró mejores performances: 41,27 % (2019-20), 42,9 % (transición 2020/21) y 43,27 % (2021).

Hasta la llegada de Forestello fue un equipo que otorgó muchas ventajas atrás. El último DT puso énfasis en el aspecto defensivo y, en sus once partidos dirigidos, Alvarado recibió apenas 6 goles. Algo necesario para la salvación, teniendo en cuenta que en todo el torneo careció de recursos ofensivos.

El máximo artillero fue Ivan Molinas, con apenas cuatro tantos. Entre los cuatro centrodelanteros convirtieron apenas 9 goles, repartidos de la siguiente manera: Jorge Ramos 3 (1.306 minutos, 17 PJ), Facundo Pons 3 (1.611 minutos, 24 PJ), Mauro Valiente 3 (797 minutos, 24 PJ) y Victorio Ramis 0 (1.359 minutos, 26 PJ).

goleadores

Los números son elocuentes. Más si se comparan con los del goleador de la temporada pasada, Felipe Cadenazzi, quien marcó 11 tantos en 25 presencias. O el aporte de Germán Rivero en el primer campeonato en la categoría: 11 goles en 19 partidos. En defensa de los delanteros actuales, el equipo les generó muy poco. 

Alvarado tampoco encontró reemplazantes acordes para Darío Cáceres y Sebastián Jaurena, otros dos futbolistas que cambiaron de rumbo tras destacarse en 2021.

Pedro Fernández y Franco Ledesma mantuvieron sus buenos rendimientos. El arquero tuvo algunos errores en el tramo inicial del campeonato, pero despejó rápidamente las incógnitas con grandes actuaciones. Y el zaguero central fue el más regular hasta que se lesionó.

Alvarado tuvo cuatro penales en contra. Todos los atajó Pedro Fernández. El arquero fue el jugador con más presencias: 33. 

Alan Robledo levantó su rendimiento en la parte final y conformó una dupla confiable con el experimentado Juan Francisco Mattia.

Brian Mieres y Julián Vitale, quienes también vienen desde el origen de la “era Coyette”, fueron los mejores en sus puestos (sin igualar los rendimientos previos) pese a contar con mayor competencia. Más ejemplos que dejan en evidencia que los que llegaron este año no mejoraron al equipo.  

No hay un solo mediocampista ofensivo o delantero que se haya ganado un lugar como indiscutido. Por lesiones (Ivan Molinas), irregularidad (Matías Rodríguez) o directamente porque no aprovecharon las tantas oportunidades (Victorio Ramis y Facundo Pons).

plantel (1)

Alvarado careció de un formato ofensivo aceitado y también de desequilibrio individual. Hay un dato relevante: en 36 partidos, jamás expulsaron en la cancha a un futbolista rival.

Leandro Vella mostró sólo “chispazos”, Solís apareció recién en la parte final y Ramos resultó apenas más productivo que los atacantes que arrancaron el torneo.

Marcos Astina y Mauro Valiente fueron poco considerados, mientras que Fabián Sánchez, Agustín Araujo, Santiago González, Rodrigo Sequeira y Emanuel De Bianco jugaron poco y nada.

Tampoco hubo juveniles promovidos como en 2020/21. Algo entendible teniendo en cuenta que el contexto no era el adecuado y que, a diferencia de los torneos pasados, había descensos en juego.

El equipo marplatense todavía no tiene una estructura abajo que permita nutrirse de su “semillero”. No compite con sus inferiores en AFA y el salto a la Primera Nacional desde una liga local es demasiado grande. Lo logró dar Jaurena. Pero es algo infrecuente.

La dirigencia, ahora encabezada por Emiliano Montes y Pablo Mirón, buscará darle continuidad al proyecto iniciado hace siete años por el oficialismo. Buscando ser cada vez más competitivos en lo deportivo y mejorar continuamente la infraestructura. Por estos días esperan definiciones sobre presupuesto y formato de torneo del año próximo para ver los pasos a seguir.

La elección del director técnico será fundamental. Hoy parece muy difícil que siga Forestello, quien ya anunció el final de su vínculo.

Los dirigentes y el coordinador, Gustavo Gatti, deberán resolver esa cuestión cuanto antes. Para empezar con el armado del plantel, que esta vez no tiene una base muy numerosa: tienen contrato Brian Mieres, Alan Robledo, Agustín Irazoque, Nicolás Ihitz, Julián Vitale, Gonzalo Lamardo, Agustín Araujo, Rodrigo Sequeira y Damián Tello.

Alvarado deberá tener “ojo clínico” con el DT y los refuerzos. Como en el primer año con Juan Pablo Pumpido (llegaron Zules Caicedo, Diego Becker, Pablo Ledesma y Germán Rivero, entre otros) o como en la etapa posterior a la pandemia con Coyette al mando. Las decisiones de los próximos días seguramente marcarán lo que sucederá en 2023.