La inflación se situó en España en el 1,5 por ciento en septiembre, ocho décimas menos que en agosto y su menor valor desde marzo de 2021, cuando fue del 1,3 por ciento, según los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La evolución se debe, principalmente, al descenso de los precios de los carburantes y también, aunque en menor medida, a la disminución de los precios de la alimentación y de la electricidad, explicó el INE en una nota de prensa.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos por ser más volátiles, disminuyó tres décimas con respecto a agosto hasta situarse en el 2,4 por ciento. Septiembre fue el cuarto mes consecutivo a la baja del índice de precios de consumo (IPC), que este año alcanzó un máximo del 3,6 por ciento en mayo.

El INE también confirmó que la economía española creció el 0,8 por ciento en el segundo trimestre de este año, la misma tasa que en el primero e impulsada por el consumo privado, las exportaciones y la inversión.

Los datos llegan después de que el martes el Gobierno español elevase su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país al 2,7 por ciento para 2024, tres décimas más que el 2,4 por ciento previsto en julio.

La tendencia fue confirmada también por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que revisó el miércoles sus perspectivas de crecimiento de la economía española y sumó un punto al aumento del PIB en 2024, hasta el 2,8 por ciento y dos décimas al de 2025, hasta el 2,2 por ciento.