Otro paso atrás de Alvarado. Igualó sin goles en su visita a Temperley en el partido que abrió la 23° fecha de la Primera Nacional de fútbol. El punto -en otro contexto pudo haberse considerado valioso- tuvo gusto a poco por la ventaja numérica que el equipo marplatense disfrutó durante gran parte del partido y por otro flojo rendimiento.

Alvarado no levanta cabeza. Ni la rápida expulsión de Facundo Díaz -decisión demasiado expeditiva de Lobo Medina a los 14′ del primer tiempo para castigar un codazo disputando un balón aéreo con Astina- le facilitó el trámite.

La crisis de juego es evidente. Las intenciones son las mismas. Crecer a partir de las subidas de los laterales o del desequilibrio individual de Ezequiel Vidal o Astina.

Ocurre que todo el mundo está avisado ya de las subidas de Mieres y Cáceres. Temperley tomó sus recaudos para clausurarlas. Vidal casi no entró en contacto en la pelota. Y Astina intentó con su gambeta, pero no le salió una.

Desde el centro tampoco aparecen respuestas. Malagueño chocó cada vez que encaró y Jaurena no pudo salir de su bajón. En consecuencia, Cadenazzi, el hombre que está sólo y espera, no tuvo chances en toda la primera parte.

Un puñado de insinuaciones generó Alvarado en la mitad inicial. Un remate de Astina de afuera del área y dos adentro, ambos sobre las piernas de defensores rivales. Y la más clara fue un desborde que generó el ex Lanús, llevándose el balón de rebote, que concluyó en un pase atrás a Robledo, quien pifió el remate desde una posición envidiable.

Temperley había generado una aproximación interesante de Contreras antes de la expulsión de Díaz -desbaratada por un oportuno cruce de Mieres- y luego se resignó a retroceder y esperar el error. O una jugada con pelota parada.

Por esa vía Gastón Bojanich cabeceó un par de veces y, en un rebote, tuvo la más clara: un remate de volea apenas desviado. Ese dominio aéreo del marcador central provocó un visible fastidio del entrenador Gastón Coyette.

Alvarado rompió esa inercia en los primeros diez minutos del segundo tiempo, su mejor pasaje del partido. En ese lapso, tuvo tres chances claras para ponerse en ventaja. Sacándole lustre a sus viejos recursos. A los 5′ Mieres pudo desbordar y envió un centro que Cadenazzi conectó con un cabezazo desviado por muy poco. Un minuto más tarde Vidal recibió un buen pase de Ledesma, se hizo el hueco y sacó un poderoso remate que desvió muy bien Papaleo. Y a los 10′ combinaron Astina, Cadenazzi y Cáceres, quien desvió desde buena posición en una jugada que luego fue erróneamente invalidada.

Ese feliz pasaje del equipo de Coyette duró muy poco. No dieron rédito los ingresos de Navarro -más allá de un tiro libre que controló Papaleo- y de “Coquito” Rodríguez para mejorar la elaboración central. Alvarado retornó la previsibilidad y las imprecisiones iniciales.

Temperley, apurado en ese arranque del segundo tiempo, terminó saliendo del encierro, volvió a ilusionarse con alguna pelota quieta -en una de ellas le anularon correctamente un tanto a Facundo Rodríguez- y tuvo una chance cerca del final con un potente remate de Contreras con poco ángulo que resolvió bien Pedro Fernández.

El empate tuvo sabor amargo para el equipo marplatense, que el próximo sábado recibirá a Deportivo Maipú.

Síntesis

Temperley 0: Papaleo; Agustín Sosa, Facundo Gómez, Bojanich y Pedro Souto; Elías Contreras, Pittinari, Facundo Díaz, Reinhart y Agustín Allione; Facundo Pumpido. DT: Fernando Ruiz.

Alvarado 0: Pedro Fernández; Brian Mieres, Alan Robledo, Franco Ledesma y Darío Cáceres; Franco Malagueño, Julián Vitale y Jaurena; Ezequiel Vidal y Astina; Cadenazzi. DT: Gastón Coyette.

Cambios: en el segundo tiempo, en el inicio, Ezequiel Rodríguez por Reinhart y Juan Ramón Alsina por Robledo, 14′ Mauro Molina por Allione, Agustín Toledo por Pumpido, Leandro Navarro por Malagueño y Matías Rodríguez por Jaurena, 24′ Valiente por Cáceres, 33′ Giacomini por Astina y 45′ Gaspar Vega por Pittinari.
Incidencias: en el primer tiempo, 14′ expulsado Díaz.
Cancha: Estadio “Alfredo Beranger” de Temperley.
Árbitro: Luis Lobo Medina.