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La Ciudad 3 de abril de 2022

Glorias y carencias de la temporada, el valioso aporte de vecinos y turistas

Locales y visitantes cuestionaron la falta de control en la venta callejera, el mal estado de la ruta 2, dejadez en las columnas de alumbrado y en carteles publicitarios, ruidos molestos y baja presencia policial. Sin embargo, elogiaron la buena atención y los precios en la gastronomía, el servicio de guardavidas y la limpieza de las playas.

Mar del Plata ratificó este verano su liderazgo turístico y recibió a 3,4 millones de personas que disfrutaron de los múltiples atractivos de la ciudad. Tras los balances cuantitativos, visitantes y vecinos reflejaron a través de redes sociales y mensajes a este Diario las glorias y carencias de la exitosa temporada, con puntos a sostener y otros a corregir.

Entre observaciones positivas y quejas, LA CAPITAL identificó algunos temas que actúan como denominadores comunes entre las apreciaciones de vecinos y turistas respecto del actual estado de Mar del Plata.

Por ejemplo, varios visitantes advirtieron el mal estado de algunos tramos de la Autovía 2, con sectores mal señalizados o con el asfalto deteriorado. Vale destacar que, según lo anunciado por la Provincia, se iniciará pronto una repavimentación total de la autovía, que costará aproximadamente 2 mil millones de dólares y que será financiada por organismos multilaterales de crédito.

Otros turistas y algunos marplatenses cuestionaron, a su vez, la falta de control sobre la venta de artículos varios en la calle y en las playas. “Te venden cualquier cosa, ¿nadie controla? Falta más control de lo que se comercializa en la vía pública y en la playa”, expusieron algunos visitantes.

Por otro lado, sobre todo en los días ventosos, muchos fotografiaron y subieron a sus redes imágenes del mal estado de las columnas de alumbrado y de los ya cuestionados carteles publicitarios que de ellas cuelgan. Con tensores oxidados y la corrosión a la vista de todos, muchos postes presentan banners destrozados, parcialmente arrancados o directamente desprendidos por el efecto de los vientos. “Una imagen de dejadez que afea a Mar del Plata”, describieron visitantes en las redes.

Otra queja vinculada a la anterior tiene que ver con el cableado que lleva electricidad, líneas de teléfono e internet a los hogares de los marplatenses. Enredados, descolgados y atravesados, los cables enmarañados penden como lianas urbanas de poste en poste, lo que además de afear la ciudad conlleva un peligro inminente.

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Por otro lado, hubo reiterados reclamos por la baja presencia policial. A pesar del Operativo Sol, en varios puntos “no se veía ningún policía”. En algunos barrios se notó más que en otros, pero turistas y vecinos del centro también señalaron que fue “nula” la presencia en la costa, en especial entre el Torreón del Monje y Punta Iglesia, sector fuertemente concurrido por los negocios, edificios, las paradas de colectivo, los hoteles y las playas. “En el Operativo Sol, nos muestran un gran despliegue y en la práctica no se ve”, comentó un vecino del centro.

Algunos turistas también se quejaron por los conos de sombra en las playas y por los “ruidos molestos” de las fiestas realizadas en balnearios. Muchos de los reclamos se centran en Playa Grande, donde “los vecinos sufrimos todo el verano el ruido y la suciedad” por el movimiento diurno, pero también por la actividad nocturna que caracteriza a esta zona.

Para los amantes de fotografiar el mar, en la zona céntrica varios se quejaron por la situación del Club de Pescadores. “¿Cambió de nombre? Porque en la puerta solo se ve un gran cartel de Quilmes que priva la visibilidad, además del feo aspecto de esa playa de estacionamiento alambrada en la calle, adueñándose de la vía pública. ¿Tienen permiso? ¿Cuánto pagan? Ojalá lo cambien y liberen para poder disfrutarlo”, escribió una vecina a este medio.

A su vez, la “zona roja” sigue generando fuerte malestar entre los vecinos, quienes deben convivir con la venta de drogas y la oferta sexual en las puertas de sus hogares. Tanto en la avenida Luro como ahora también en la zona de la vieja terminal “se deteriora la calidad de vida” por esta situación. “Le tendrían que buscar una solución definitiva que no nos afecte como vecinos”, se quejó una lectora.

Para destacar y sostener

Más allá de las quejas, turistas y marplatenses reconocieron algunos aspectos que “mejoraron” esta temporada en la ciudad e instaron a sostenerlos. Ejemplo de ello ha sido el cuidado y la limpieza de los paseos comerciales y las playas. “Qué belleza encontrarse con las playas limpias al fin, así da gusto venir”, celebró una mujer que visitó en febrero la ciudad y destacó la arena limpia de la playa.

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Muchos también elogiaron el “ordenamiento” del tránsito. Entre controles y “buena presencia de inspectores”, causó una imagen positiva la realidad de este tema, más allá de los embotellamientos y demoras lógicas producto del fuerte movimiento turístico y la oferta recreativa.

Todo turista ha disfrutado también de la amplia oferta gastronómica marplatense. Y además de la variedad de opciones, sobresalió la “buena atención” de los trabajadores y el nivel de los precios. “Lugar al que fuimos a desayunar, merendar o cenar nos atendieron bárbaro. Hay que remarcar la calidez de la atención de los mozos y las camareras”, escribió una turista frecuente. Otro visitante remarcó: “Bien por los gastronómicos que este verano no mataron a los turistas, a diferencia de otros lugares. Da gusto ir a comer a Mar del Plata por los precios y por cómo te atienden. Ojalá siga así”.