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Cultura 6 de junio de 2020

“La lectura y la escritura de poesía pueden ser una especie de refugio”

Micaela Concolino y Carolina Bugnone escriben, indagan y enseñan poesía.

“No creemos que se pueda ‘enseñar’ poesía en el sentido de bajar un contenido, dar ‘tips’ ni nada parecido”, dijeron Micaela Concolino, docente de Letras, y Carolina Bugnone, psicóloga y docente y ambas escritoras y a cargo de un taller de poesía que fue pensado de manera presencial pero que, dados los dilemas del aislamiento, se mudó a la virtualidad.

Concolino es autora de “Álbum” (Goles Rosas) y “Una máquina alojada a miles de kilómetros” (Halley Ediciones). Mientras que Bugnone es autora de “Humo” (Premio Soriano en Cuentos), “Hasta las seis hay tiempo” (Milena Caserola y El 8vo loco), “Cuando te despiertes, las chicharras” (Goles Rosas), “Los perros de mi vecina” (Goles Rosas), “Las primas de Villaguay” (Peces de Ciudad) y “Se nota que sos nuevita” (Malisia).

Ambas contaron a LA CAPITAL cómo encaran el taller: siempre a partir de los textos que trae cada participante. “Trabajamos pensando qué efectos de lectura producen sus textos, qué recursos o estrategias se pueden mejorar, qué significados se ponen en juego y cómo lo hacen en el espacio del poema”, indicaron.

Y agregaron que “la lectura puede habilitar las ganas de escribir” y sumaron a la tarea de quien escribe poesía “la reescritura”. “Todos son aspectos fundamentales en el proceso de escritura”, dijeron, en una entrevista en la que respondieron de manera conjunta.

-¿Qué tiene la poesía o los poetas para decir en este momento del mundo?

-La literatura siempre nos puede ayudar a pensar(nos) por fuera de la ficción. La lectura y la escritura de poesía pueden ser una especie de refugio en estos tiempos, de amparo entre tanta incertidumbre, ¿no? Pensamos que en este momento la poesía de cuarentena, podría decirse, se escribe sobre esa misma incertidumbre. Pedirle respuestas (consuelo, remedio para los ánimos bajos, y ese tipo de cosas) sería demasiado. Leer lo antes escrito, e imaginar qué leerán en el futuro de lo que escribimos ahora, siempre puede iluminar el espíritu, en el sentido de aportar algo de alegría a la oscuridad.

-¿Por qué pesa sobre la poesía el mote de que es difícil y por lo tanto excluye a una gran cantidad de lectores y lectoras?

-Quizás tiene que ver con una idea generalizada y estereotipada que circula a veces sobre qué es poesía. La escuela o la universidad, en muchos casos, no ayudan, relegando el papel que pueden tener los poetas en programas de estudios que privilegian la narrativa o el teatro. Entonces, la sociedad lo percibe como algo inaccesible, entendible sólo para unos pocos. Por supuesto no creemos que sea así. No sólo consideramos que falta en los programas oficiales de educación una aproximación a lo poético desde el material de lectura, sino que faltan también espacios de escritura, lúdicos, de producción por el mero placer de hacerlo. Quizás con las redes sociales estas percepciones están cambiando de a poco.

-¿Quienes pueden hacer el curso de poesía que dictan ambas?

-Es un espacio virtual abierto, en el que proponemos la exploración y la búsqueda de una voz poética propia en sesiones individuales y personalizadas, con recomendaciones de lecturas también. Todos los que quieran son bienvenidos. Nos pueden contactar en nuestra página de Instagram: @clinicadepoesia.
Poesía de Micaela Concolino (*)

el olor de las bombuchas en verano
los escondites
las calles de tierra
la sangre derramada
diluyéndose en el agua

la sensación de que uno persiste
en las cosas que nombra

***

ese verano
rompi la cámara
donde guardaba las fotos
del sur inmenso el ojo
es capaz de registrar
una pequeña porción de tierra
en medio del mar
la tarjeta de memoria
perdida entre las cuevas
siempre será el agujero negro
que traduzca
la distancia que
existe entre nosotros

(*) Del libro “Una máquina alojada a miles de kilómetros”.

Poesía de Carolina Bugnone (*)

hablamos del burn out
estrés laboral y cansancio
en la clase del día de hoy
pero el ritmo sigue intacto
acá las palabras son invisibles

*

clínica de las subjetividades
en territorio científico:
lo que no se ve
no existe

*

nadie se enferma de cualquier cosa
ni en cualquier momento

*

si te concentrás ves
cómo la tela de araña
del tiempo de cada uno
en su sueño milimétrico
anuda desde el principio
construye las vías
por las que cada célula va a decidir
cómo comportarse

*

(*) Del libro “Se nota que sos nuevita”



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