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Deportes 25 de noviembre de 2018

El placer de ver fútbol

por Vito Amalfitano

Cuando perdemos algo recién lo valoramos. Nada como el placer de recuperarlo. Sufrimos un fin de semana en el que un grupo de ineptos encargados de garantizarnos seguridad y que le dieron vía libre a la barbarie nos privaron de la máxima fiesta, la Súperfinal de la Copa Libertadores, con el Superclásico del fútbol argentino más esperado. Por eso vinimos al Minella aun con más ganas que siempre. Avidos de fútbol. Genuino. El que queremos. El que deseamos. Y Aldosivi no nos defraudó.

Fue una noche de placer, entonces, en el Minella. Primero el desafío fue ganar la pelea por los espacios en el medio. Con el sostén del orden que fue la marca en el orillo del equipo de Mar del Plata en la primera parte de este campeonato.

Y cuando Aldosivi destrabó esa disputa por los espacios, sin perder la línea, fue la hora del desequilibrio de Matías Pisano y de la peligrosidad de Cristian Chávez.

Emiliano Amor ordenó desde el fondo. La versatilidad de Federico Gino, la ubicuidad de Juan Galeano, favorecieron esa paulatina mejor ocupación de los lugares en el medio.

Pisano manejó los hilos a partir de allí. Fue mucho más que un extremo por derecha. También por momentos condujo al soltarse hacia otros sectores. Pero desde ahí, desde dónde el entrenador quiere que se ubique para “descontrolar el control”, la punta derecha, Pisano gestó la jugada del gol que abrió el partido. Un gol en contra provocado. No de casualidad, como puede suceder. En este caso el 10 desbordó, se frenó, levantó la cabeza e intentó lanzar el centro corto atrás. Todo perfecto. Se interpuso Bittolo. Fue el tanto de la victoria.

En el segundo tiempo, sin perder ese orden que es fundamental para la idea de Aldosivi, el equipo se retrasó demasiado peligrosamente. Cedió terreno y pelota. A Newell’s no se le cayó una idea. Pero si cayeron centros en el fondo del equipo de Mar del Plata. Demasiados. Paredes estuvo a punto de aguar la fiesta. Pero él se perdió el empate sobre la raya y el arquero Pocrnjic respondió siempre con solvencia.

La dósis de juego que ofrendó en el primer tiempo al final le fue suficiente a Aldosivi para abrazarse a una victoria muy valiosa. Y también a todos nosotros, tan ávidos del placer de ver algo de fútbol en un fin de semana negro.

@vitomundial



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