Profesionales de la salud consultados por LA CAPITAL advierten que “lo peor” de la segunda ola habría quedado atrás. Al menos esperan que así sea y los indicadores respaldan esa idea. Mar del Plata lleva un mes con un descenso sostenido de casos de coronavirus, con un nivel de contagios reportados en lo que va de julio 30 por ciento más bajo que a principios de junio, mientras desde la Secretaría de Salud estiman que la ciudad podría afrontar una tercera ola. La clave para frenarla, remarcan, es la vacunación, cuyo ritmo sigue incrementándose.

Julio, mes que en 2020 dio origen al brote de Covid-19 en la ciudad tras el cual el virus se propagó y la circulación pasó a ser comunitaria, comenzó este año con datos alentadores: los casos de coronavirus se mantienen estables y en una “meseta alta”, aunque en niveles significativamente inferiores a los de mayo y junio; bajó la ocupación de camas de terapia intensiva y Mar del Plata volvió a abrirse al turismo en el marco del fin de semana largo previo a las vacaciones de invierno. El año pasado, en el mismo período, se desalentaba el arribo de visitantes.

La curva de contagios tuvo entre fines de mayo y los primeros días de junio su punto más álgido: llegaron a reportarse cerca de 500 casos positivos por día y más de 3600 contagios en los primeros diez días de junio.

En lo que va de julio se reportan en promedio 240 casos diarios. En los primeros diez días se informaron alrededor de 2600 casos, un 30% menos que el mes anterior.

Mientras que hace un mes General Pueyrredon alcanzó su máximo histórico de casos activos (más de 4400 personas atravesaron la enfermedad en simultáneo), el indicador fue disminuyendo y hoy se ubica en el mismo nivel que a principios de abril, en el orden de los 2300 pacientes, menos del 10% de los cuales se encuentra internado.

Infectólogos consultados por LA CAPITAL advirtieron que la ciudad continúa por cuarta semana en “una meseta epidemiológica”, aunque advierten que “sigue siendo alto” el nivel de internaciones en las clínicas y hospitales, con la particularidad de que las terapias intensivas “no están saturadas” y “hay lugar”: mientras que en mayo llegó a haber más de 70 camas UTI ocupadas hoy se demandan unas 40.

Mientras que el Hospital Interzonal la internación se mantiene en niveles altos, producto también de su impronta regional, en la Clínica Colón hay cerca de 25 pacientes, en el Hospital Privado de Comunidad al menos 35, otras 30 personas ocupan camas en la clínica 25 de Mayo y 27 más en la Clínica Pueyrredon, en todos los casos entre los pisos Covid y las terapias intensivas.

La mortalidad, por cierto, se mantiene en niveles elevados. Aún continúan reportándose muertes producidas en junio, uno de los meses con más víctimas fatales desde el inicio de la pandemia, mientras que en julio siguen notificándose varios decesos por día.

Además, el 14% de los fallecidos por Covid en la ciudad tenía menos de 60 años, porcentaje que se elevó en los últimos meses -estiman- a raíz del avance de la vacunación entre los adultos mayores.

Lo que viene

La “meseta” epidemiológica con la que cerró junio y que continúa este mes genera cierta preocupación. Aunque suene redundante, profesionales de la salud señalan que “los casos no suben, pero tampoco bajan” y eso tensa al sistema sanitario, que no encuentra alivio y tiene una importante demanda, con el personal “agotado” tras un año y medio de pandemia.

Asimismo, el movimiento turístico de este fin de semana, pero fundamentalmente el que se espera para las vacaciones de inverno, también provoca de antemano cierta preocupación. “La segunda ola empezó después de Semana Santa”, recordó una infectóloga, al tiempo que desde la Secretaría de Salud del Municipio ya vaticinan la llegada de “una tercera ola” de Covid a la ciudad.

“No veo por qué no deberíamos tener una tercera ola. Creo que estamos expuestos a esa situación”, alertó la titular de la cartera sanitaria, Viviana Bernabei, y señaló que “podría llegar a establecerse en cinco semanas”.

“La forma en cómo se va a manifestar vuelve a depender del nivel de cuidado que tengamos, del nivel de alerta y del de inmunidad”, agregó y reconoció que la principal preocupación en este sentido es la incidencia de la variable Delta en el mundo.

En este sentido, los esfuerzos apuntan a acelerar la campaña de vacunación, que viene incrementando su ritmo con récords semanales de vacunas aplicadas y sigue “abriéndose” a más grupos etarios. Ya se aplicaron más de 360.000 dosis y en los próximos días la vacunación libre alcanzaría a los mayores de 35 años.

Las próximas semanas serán centrales en ese sentido para mitigar el impacto de una eventual tercera ola, con el objetivo de que más allá del número de casos, al tener una mayor parte de la población vacunada descienda la internación y el elevado índice de mortalidad que registra General Pueyrredon en comparación a otros distritos.